Técnica de reparación, sin necesidad de abrir el suelo, que consiste en introducir un robot fresador
especifico en la tubería afectada, a través de un pozo de registro, cuya función es cortar y limpiar la
tubería de cualquier material que dificulte el correcto funcionamiento de la conducción.
Permite cortar o fresar cualquier material sea cual sea su dureza, gracias a las cabezas de fresado
específicas para cada material. Se consigue, de esta forma, recuperar el 100% del servicio de la red,
evitando molestias de apertura y costes elevados de reposición.