Las fosas sépticas prefabricadas, además de suponer una solución provisional hasta que se produzca la conexión a la red general de alcantarillado, son muy recomendadas para casas pequeñas, segundas residencias y fincas en zonas rurales donde la conexión al alcantarillado es inexistente o donde se generan pocas aguas residuales de manera esporádica.
Este tipo de fosas sépticas ofrecen numerosas ventajas frente a las tradicionales:
- Fáciles de transportar
- Fáciles de montar
- Son ligeras
Dentro de esta clase de fosas sépticas, podemos encontrar diferentes modelos, siendo los más destacados:
- Los de plástico o polietileno de alta densidad: Han demostrado ser resistentes a la oxidación y a todos los procesos químicos que tienen lugar en el interior del tanque séptico. El contra más importante de esta clase de fosas es que, al ser más ligeras, también son más susceptibles a sufrir daño estructural o moverse en el propio terreno cuando el suelo está húmedo. Por esta razón, la instalación debe hacerse con mucho cuidado y siempre por un profesional.
- Fosas sépticas de fibra de vidrio: Las más típicas tienen forma redondeada y gracias a su capa de resina es bastante duradero. Esta capa gruesa de resina no se degrada fácilmente con los gases que se producen en su interior porque lo que también es más segura.
Ambos modelos son herméticos para evitar que se produzca una salida o entrada de agua que provocara una saturación del campo de absorción, un fallo en el sistema y por lo tanto, malos olores.
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