¿Sabías que gastamos una media de 100 litros de agua al día por persona? Habitualmente no nos paramos a pensar qué sucede con toda esa agua una vez que desaparece por las tuberías de nuestro hogar pero aquí te lo contamos.

Primero debemos tener presente que por nuestras tuberías no solo pasa el agua que utilizamos si no también restos de los productos que utilizamos en nuestro hogar. Así, además del agua encontramos restos de cocción de alimentos, productos de limpieza como detergentes o friegasuelos, restos de champú y geles de baño, enjuagues bucales, papel higiénico, toallitas húmedas, etc. Evidentemente todos estos productos no pueden ir a parar directamente a nuestros ríos y mares, por lo que es necesario que pasen por una serie de procesos para limpiarse y evitar que dañen el medioambiente.

Esta clase de agua es la que conocemos como agua residual, y una vez que sale de nuestros hogares por los desagües, pasa por las tuberías para ir a parar a la red de alcantarillado de nuestro municipio. En los municipios más grandes es habitual que se cuente con una instalación de tratamiento de aguas o Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales. En estas instalaciones pasa por diferentes fases, gracias a las cuales se consigue que se separen todos esos productos que han sido arrojados por el desagüe del agua. De esta forma, cuando el agua sea vertida al río o al mar no perjudicará el medioambiente con químicos peligrosos. Si quieres saber en qué consiste cada parte del proceso que sucede dentro de la depuradora aquí te dejamos esta entrada de nuestro blog en la que te explicamos detenidamente las diferentes etapas.

Sin embargo, aunque el agua pase por un proceso de depuración antes de volver a la naturaleza es necesario que seamos responsables con los productos que tiramos a nuestros desagües. Siempre debemos evitar tirar por el retrete aquellos productos y materiales que sabemos que deben ser depositados en la basura normal o en un contenedor de reciclaje, para que también puedan ser descompuestos adecuadamente.