La ventilación en las fosas sépticas es una de las partes más importantes para su correcto funcionamiento. Gracias a una correcta ventilación se evita la acumulación de gases dentro de la fosa, lo que previene posibles malos olores y fallos en el funcionamiento.

Por el propio funcionamiento de las fosas sépticas se producen toda una serie de gases que deben ser expulsados al exterior. Muchos de estos gases se producen a través de los microorganismos encargados de eliminar la materia orgánica presente en el agua de la fosa séptica. Por esta razón, es importante que las fosas cuenten con tubos de ventilación que permitan la expulsión de estos gases. Una acumulación excesiva puede resultar muy peligroso ya que, algunos de estos gases, pueden llegar a ser explosivos. Por este motivo, es importante cerciorarse de que la fosa cuenta con todos los tubos de ventilación o chimeneas de ventilación necesarias.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que estos sistemas de ventilación deberán estar protegidos correctamente. De esta manera evitaremos que entren en ellos roedores, agua de lluvia, insectos, etc. que puedan obstruir la ventilación de la fosa séptica.

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