Desde el 24 de agosto de este año hay contadores de agua que deben sustituirse. Concretamente son aquellos que tengan más de 12 años de antigüedad. Para sustituirlos por unos nuevos tienes un plazo de 5 años pero si el contador es titularidad del gestor, tú como particular no tendrás que realizar ninguna gestión.
Se calcula que hay cerca de 3 millones de contadores de agua con más de 12 años de antigüedad que necesitan renovarse en los próximos 5 años. Esta sustitución se realiza para mejorar la contabilización del consumo. Estos contadores antiguos suelen perder precisión y los vecinos no pagan lo que realmente consumen. De hecho, se calcula que un contador antiguo puede costarnos unos 30 euros más al año.
Se calcula que la vida útil de un contador es de 6 años cuando es contador de agua fría y 5 para el agua caliente. A partir de este momento los contadores pierden precisión y pueden llegar a pararse sin previo aviso. Para los contadores que todavía no hayan alcanzado la antigüedad necesaria para ser sustituidos, deberán someterse a verificaciones periódicas realizadas por un organismo autorizado. Gracias a estos exámenes podrán ampliar su periodo de vida útil por 5 años más.
Si no tienes claro cuántos años tiene tu contador deberás fijarte en la fecha que viene impresa en el propio contador. Pero recuerda que si lo gestiona una empresa externa, ellos serán los encargados de renovarlos.