En los últimos años, se ha producido un aumento del uso de las toallitas húmedas que en la mayoría de las ocasiones son arrojadas por el inodoro. Esto ha supuesto un aumento de las obstrucciones en la red de tuberías y alcantarillado de nuestras ciudades. Con el paso del tiempo estas toallitas terminan formando, junto con otros desechos, atascos y roturas en la red ya que no son degradables en agua.

Este problema, en muchas ocasiones, termina por extenderse y vemos como tuberías que van a parar al mar vierten grandes cantidades de toallitas y desechos no degradables, con todos los problemas y contaminación de agua y especies que esto supone. Evidentemente esto ha llegado a tener un gran impacto en la sociedad y por ello, muchas marcas de toallitas húmedas han tenido que modificar los componentes con las que las creaban para conseguir que sí sean degradables en el agua.

Es importante que tengamos en cuenta esta serie de cuestiones cuando arrojamos productos a través de los desagües. Si realizamos esta acción de una manera más consciente no solo nos estaremos beneficiando nosotros mismos si no que también estaremos beneficiando al medio ambiente, por lo que a la larga todos salimos ganando.